Silvia Ayala Rubio [1] nos presenta un estudio realizado entre los años treinta y los ochentas a la educación normal en el estado de Jalisco, en una etapa de relativa estabilidad social.
En 1892, se funda la Escuela Normal para Profesores bajo el control del gobierno del estado. El año 1925, es fundamental para la educación en Jalisco, surge un nuevo modelo curricular con tendencia a obtener una enseñanza más pragmática, más abierta y más libre de fanatismos religiosos.
En este ideal de maestros de libre pensamiento, se mantiene un nivel de identidad ideológica con respecto a la orientación económico-social que debía adoptar el país y al tipo de educación que al gobierno correspondía fortalecer.
Esta educación vinculada al cambio social asume una actitud antiimperialista, anticlerical, de lucha y defensa de reformas sociales a favor de clases más desprotegidas económicamente.
Diez años más tarde se perfilan los tres ejes principales por lo que el normalismo habría de incursionar hasta nuestros días: educación normal estatal y federal.
Durante el gobierno cardenista se desvincula de la Universidad a la Escuela Normal para Profesores. En esta etapa amplios sectores de la sociedad civil, vinculados con el clero, aglutinan sus intereses en contra del “comunismo educativo”, negando a sus hijas el acceso a la Escuela Normal debido a las diferencias de filosofías educativas.
Con ésta información, obtenemos un conocimiento más aproximado en torno a la formación docente en las entidades de México. En 1984, el total de escuelas normales o instituciones afines para la educación primaria son 17.
En Chihuahua, de la entidad de que soy originaría, se fundan diversas escuelas normales particulares en la década de los setenta. Mi padre, fundador del Instituto Pedagógico Chihuahuense, dedicado a la formación de maestras normalistas y de educación preescolar, fue uno de éstos maestros luchadores incansables por brindar una oportunidad para aquellos mexicanos que quisieran dedicar su vida al magisterio. La Institución se cierra por indicación de la Secretaría de Educación Pública, argumentando no contar con plazas suficientes para los egresados de normales particulares.
Les comparto un escrito de mi padre referente a los maestros.[2]